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Irene Yáñez García-Bernalt
Los delitos de odio perpetrados por motivos de racismo, xenofobia, ideología, creencias religiosas, orientación sexual constituyen una realidad que se ha visto incrementada en un 45% desde el año 2013. Las cifras crecen exponencialmente mientras que quienes ostentan la posición de victimarios y de víctimas son cada vez más jóvenes, personas en situación de riesgo, y en general, todas aquellas que pertenecen a algún colectivo especialmente vulnerable. Este repunte, sumado al impacto de las tecnologías disruptivas y el amplio alcance de estas a la hora de generar un resultado dañino, han provocado una ingente preocupación en la sociedad global en cuanto al tratamiento jurídico penal así como procesal de este tipo de conductas.
Hate crimes perpetrated for reasons of racism, xenophobia, ideology, religious beliefs, or sexual orientation constitute a reality that has increased by 45% since 2013. The figures grow exponentially while those who hold the position of perpetrators and Victims are increasingly younger, people at risk, and in general, all those who belong to a particularly vulnerable group. This upturn, added to the impact of disruptive technologies and the wide scope of these when it comes to generating a harmful result, have caused enormous concern in global society regarding the legal and procedural treatment of this type of conduct
