Eva Hernández Ramos
El problema de la contaminación por nitratos de fuentes agrarias sigue siendo uno de los mayores desafíos ambientales en España. La agricultura intensiva, basada en el uso excesivo de fertilizantes químicos, está generando graves impactos en la calidad del agua, especialmente en las masas de agua subterránea. Resulta fundamental implementar una gestión eficiente de los recursos hídricos que esté enfocada en la prevención y reducción de fuentes contaminantes, así como en los principios de no regresión y quien contamina paga. A pesar de la importante normativa al respecto, su falta de aplicación efectiva (por ejemplo; los códigos de buenas prácticas agrícolas, las declaraciones de zonas vulnerables a la contaminación por nitratos o el ejercicio real de la participación ciudadana), la laxitud en muchos de sus articulados o la falta de previsión de productos alternativos que reduzcan esta contaminación, ponen en riesgo nuestras masas de agua (especialmente las subterráneas). Los biofertilizantes, bioestimulantes y biopesticidas ayudan a cumplir la estrategia europea “de la granja a la mesa”, así como las normas de referencia en la calidad de las aguas y, aunque se ha modificado su regulación recientemente, todavía queda un largo camino legal en la llamada agricultura 4.0.
The problem of nitrate pollution from agricultural sources remains one of the major environmental challenges in Spain. Intensive agriculture, based on the excessive use of chemical fertilizers, is having serious impacts on water quality, especially in groundwater bodies. It is essential to implement an efficient water resource management focused on the prevention and reduction of pollutant sources, as well as the principles of non-regression and the polluter pays. Despite significant regulations in this regard, the lack of effective application (e.g., codes of good agricultural practices, declarations of vulnerable areas to nitrate pollution, or the actual exercise of citizen participation), the laxity in many of its articles, or the lack of foresight regarding alternative products that reduce this pollution, put our water bodies at risk (especially groundwater). Biofertilizers, biostimulants, and biopesticides help meet the European "Farm to Fork" strategy, as well as reference standards for water quality, and although their regulation has recently been modified, there is still a long legal path in the so-called 4.0 agriculture.