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David Fernández Rojo
Tras la última sentencia del TJUE de 3 de marzo de 2022 sobre el sistema español de multa-expulsión, el Tribunal Supremo (TS) concluyó, en sentencia de 16 de marzo de 2022, que la sanción de multa se ve desplazada y corresponde exclusivamente aplicar la sanción de expulsión cuando concurran en el extranjero circunstancias agravantes más allá de su mera estancia irregular. Este estudio analiza los vaivenes jurisprudenciales entre el TJUE y el TS fruto de la deficiente trasposición de la Directiva de retorno por la Ley Orgánica de Extranjería. En concreto, se exploran los límites del principio de interpretación conforme y del efecto directo vertical inverso de las Directivas, dado que la sanción prevista por la norma española de multa, acompañada de un requerimiento de salida voluntario, constituye una medida menos gravosa para el extranjero si se compara con la expulsión que directamente exige la Directiva de retorno.
In the aftermath of the latest CJEU’s ruling of March 3, 2022 regarding the Spanish system of fine-return for irregularly-staying migrants, the Spanish Supreme Court concluded, in a ruling of March 16, 2022, that the fine is no longer admissible. Neither a fine, nor a removal order is applicable in the absence of further aggravating circumstances apart from the irregular stay of the third-country national in Spain. This article analyses the CJEU and Spanish Supreme Court’s tug of war case-law resulting from the deficient transposition of the Return Directive into the Spanish Immigration Law. In particular, this article focuses on studying the limitations of the “consistent interpretation” principle and the “inverse direct effect” of the EU Directives. It is thus assessed to what extent the Return Directive can directly be applied to the detriment of the foreign national, ignoring the more advantageous national penalty legislation.
