Estados Unidos se enfrenta una grave amenaza a la seguridad interna por parte de los extremistas de derecha. Cuatro factores han contribuido a la gravedad del problema: la polarización política, la desinformación, la desaparición de armas y el expresidente Trump. El potencial de violencia política es tan preocupante que a muchos líderes estadounidenses les preocupa que el sistema democrático del país se derrumbe y el país caiga en una guerra civil.