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El transporte marítimo internacional ha experimentado grandes y muy significativos avances, impulsados, mayoritariamente, por las nuevas tecnologías. Tales progresos han mejorado la seguridad y han transformado la industria marítima. Si bien es cierto, a pesar de los avances, ello no evita que se produzcan conflictos de carácter internacional. Es cuando, en estas situaciones, los operadores jurídicos deben conocer el Derecho Internacional privado, puesto que un buen operador jurídico internacional tratará de evitar que su cliente pierda dinero en un procedimiento judicial. A este respecto, el análisis de la presente sentencia, no solo servirá para analizar ciertos aspectos relacionados con el trasporte marítimo, sino también para responder a la pregunta siguiente: ¿qué motivaría a un representante jurídico de una aseguradora a interponer una demanda ante un juzgado nacional territorialmente incompetente?
International shipping has experienced major and very significant developments, driven largely by new technologies. These developments have improved safety and transformed the maritime industry. However, despite these advances, this does not prevent international disputes from occurring. This is when, in these situations, legal operators must be knowledgeable about private international law, because a good international legal operator will try to prevent his client from losing money in legal proceedings. In this respect, the analysis of this judgment will not only serve to analyze certain aspects related to maritime transport, but also to answer the following question: what would motivate a legal representative of an insurer to bring a claim before a national court that does not have territorial jurisdiction?
