Lorena Souyris Oportot
El documental alemán del realizador Benjamín Cantú titulado “El dorado: todo lo que odian los nazis” y estrenado el año 2023, narra un tejido visual y testimonial el cual configura una “sensualidad que se va relatando en una biopolítica de la sexualidad” (Villalobos, 2023). Se trata de emparejar aquel relato con un orden social caracterizado por un biopoder soberano nazi. Su foco principal gira en torno a un bar nocturno en el Berlín de los años 20, el cual era el epicentro de la comunidad queer y trans. Los elementos visuales, encarnados en los diferentes episodios de cada testimonio, dejan entrever que las imágenes del documental tienen ciertos propósitos. La intencionalidad de estos propósitos no es sólo mostrar -con un riguroso con-tacto- un lenguaje en con-texto, es decir: el texto de una “gramática del grito” (Ferber, Mesina, Potesta, 2016); sino más aún, un material de archivo que expone el mandato en el lenguaje nazi, así como en su violencia normativizadora. Se trataría de la inscripción de una trama escritural manifestada en “formas heterogéneas de producción de la violencia” (Mesina, 2016, p.7). Pero también, registran un archivo de imágenes que van “construyendo miradas” (Soto Calderón, 2020).