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Mariano Baena del Alcázar 
El Estado y la administración pública han perdido su legitimidad implícita y sólo se justifican por sus resultados. Frente a la vieja dialéctica autoridad versus libertad se ha generado una nueva dialéctica: autoridad versus prestación de servicios. Los cargos de confianza política, asistidos por un grupo de altos funcionarios, son los que ejercen el poder en la administración pública y los que están desacreditados como gestores, aunque legitimados como políticos por haber sido nombrados democráticamente. La mejora de esa gestión pública de los servicios tiene una especial dificultad por tener que aplicar un doble modelo: el de la administración y el del mercado; pero es posible si la unidad gestora administra del mismo modo que lo hacen las empresas privadas, lo que supone acabar con los monopolios. Por último, la modernización de la administración es necesaria para atender a la nueva dialéctica e implica un cambio de cultura administrativa, imposible si no se cuenta con la administración.
