Auxiliadora González Portillo, Esteban Ruiz Ballesteros
El trabajo social en zonas rurales, en contraste con su configuración en ámbitos urbanos, está condicionado por circunstancias organizativas y contextos socio-culturales particulares que reclaman una reflexión sobre su posible especificidad. En este sentido, la práctica del trabajo social en contextos rurales es un reto específico para la profesión. El objetivo de este artículo es analizar los modelos organizativos y la práctica del trabajo social en un contexto rural para indagar en esa potencial particularidad y sus implicaciones para la intervención social. La investigación se centra enun estudio de caso exploratorio en Andalucía, donde hemos desarrollado una investigación cualitativa en 14 centros de servicios sociales comunitarios mediante entrevistas en profundidad a 95 profesionales del trabajo social. A través de estas entrevistas se han podido identificar algunas de las características de la organización y prácticas de los trabajadores sociales en contextos rurales. Los resultados destacan dos diferencias fundamentales con la intervención en los contextos urbanos: (1) un modelo diferente de organización del servicio, de tendencia generalista; y (2) una particular práctica profesional, basada en la proximidad personal y el cuidado. En la discusión se destaca la particularidad del trabajo social rural: los profesionales reconocen estar haciendo un trabajo social “distinto” al de los contextos urbanos, más alineado con el deber ser y hacer de la profesión. Las conclusiones apuntan la existencia de un sesgo urbanormativo en la organización y prácticas del trabajo social que invisibiliza las peculiaridades rurales y que podría condicionar su capacidad de respuesta a la crisis rural.
Social work in rural areas, in contrast to its configuration in urban settings, is conditioned by particular organizational circumstances and socio-cultural contexts that call for reflection on its possible specificity. In this sense, the practice of social work in rural contexts is a specific challenge for the profession. The aim of this article is to analyse the organizational models and practice of social work in a rural context in order to investigate this potential particularity and its implications for social intervention. The research focuses on an exploratory case study in Andalusia (Spain), where we carried out qualitative research in 14 community social services centres through in-depth interviews with 95 social workers. These interviews enabled us to identify some of the characteristics of the organization and practices of social workers in rural contexts. The results highlight two fundamental differences fromintervention in urban contexts: (1) a different model of service organization, with a generalist tendency; and (2) a particular approach to professional practice, based on personal proximity and care. The particularities of rural social work are highlighted in the discussion section: participants recognise that they are practising social work that is “different” from that done in urban contexts, more aligned with the profession “ought” and “is”. The conclusions point to the existence of an urbanormativity bias in the organization and practices of social work, which makes rural peculiarities invisible and which could limit the ability of social work to respond to the rural crisis.