México
Los paisajes urbanos están fuertemente asociados a la arquitectura del paisaje. Los arquitectos y geógrafos se encargan principalmente de describirlos, unos bajo la fisionomía natural del territorio y otros para la estética de la ciudad como aquel espacio habitable, social e individualmente, derivado del buen funcionamiento de ésta. Las áreas verdes de la Ciudad de México (CdMx) han sido estudiadas bajo un esquema arquitectónico de ornamentación general y como espacios de ocupación social para recreación y deporte; se han cartografiado, medido y descrito fisiográficamente, pero en ningún caso se las ha visto como paisajes urbanos ecológicos; incluso, si llegásemos a analizar las áreas verdes bajo el contexto de la economía ecológica (servicios ecosistémicos que aporta a los ciudadanos) y la sociobiología, su desempeño en la biocultura del habitante de la ciudad, es excesivamente pobre. Las áreas verdes de las ciudades pueden bien dividirse en dos tipos: las circundantes a la ciudad o periféricas y las intraurbanas o interiores. Las primeras comparten elementos de la campiña que rodea la urbe y tienen una presión y funcionamiento ecológico muy diferente a las intraurbanas. Las segundas, no menores en importancia, aunque sí en dimensiones, son auténticas islas verdes dentro de un entorno gris de hormigón, piedra, barro, cristal y acero. Son, en síntesis, paisajes verdes intraurbanos. En este estudio se hace una revisión de los conceptos de áreas verdes urbanas y se presenta la conceptualización “paisajes verdes intraurbanos” o “islas verdes” como elementos del paisaje de la megaciudad, indispensables para el bienestar de la sociedad, identificación de los individuos con su sitio de residencia y apego al lugar. Se hace una revisión profunda de la legislación mexicana sobre las áreas verdes urbanas y paisaje intraurbanos, en un intento de entender si pueden homologarse las diferentes definiciones y acepciones de paisaje, parque y área verde como herramienta esencial para el ordenamiento territorial de las megaciudades.
Urban landscapes are strongly associated with landscape architecture. Architects and geographers are mainly in charge of describing them, some under the natural physiognomy of the territory and others for the aesthetics of the city as that habitable space, socially and individually, derived from its proper functioning. The green areas of Mexico City (CdMx) have been studied under an architectural scheme of general ornamentation and as spaces of social occupation for recreation and sports; they have been mapped, measured, and described physiographically, but in no case have they been seen as ecological urban landscapes; Even if we were to analyze green areas in the context of ecological economics (ecosystem services provided to citizens) and sociobiology, their performance in the bioculture of the city inhabitant is excessively poor. The green areas of the cities can well be divided into two types: those surrounding the city or peripheral and intra-urban or interior. The former share elements of the countryside that surrounds the city and have a very different ecological pressure and functioning than the intra-urban ones. The second, not less in importance, although in size, are authentic green islands within a gray environment of concrete, stone, mud, glass, and steel. They are, in short, intra-urban green landscapes. In this study, a review of the concepts of urban green areas is made and the conceptualization of "intra-urban green landscapes" or "green islands" are presented as elements of the megacity landscape, essential for the well-being of society, identification of individuals with their place of residence and place attachment. An in-depth review of the Mexican legislation on urban green areas and intra-urban landscape is made, in an attempt to understand if the different definitions and meanings of landscape, park, and green area can be standardized as an essential tool for the territorial ordering of megacities.