Diego Palacios Cerezales
En la literatura sobre democratización, la movilización social y, especialmente, su radicalización, ha sido tratada como un obstáculo a la consolidación democrática. En este texto se analizará el intenso duelo de manifestaciones y contra-manifestaciones políticas que tuvo lugar en Portugal entre mayo y diciembre de 1975, cuando un directorio militar radicalizado -aliado al Partido Comunista (PCP)- amenazaba con no respetar los resultados de las elecciones constituyentes, amparándose, como referente de legitimidad, en la intensa movilización obrera, vecinal y jornalera. En este análisis se intentará mostrar como otra movilización, la de "resistencias contra el Movimiento de las Fuerzas Armados (MFA), que incluyó manifestaciones gigantescas en todo el país y más de 80 asaltos colectivos a sedes del Partido Comunista (PCP) u organizaciones afines, fue fundamental en la conversión de los resultados electorales en poder político efectivo. El articulo concluirá con un análisis de las condiciones de eficacia de los campañas de movilización popular en situaciones de crisis y sobre la importancia de la noción de escalada del conflicto en la interacción estratégica entre movimientos, contra-movimientos y autoridades.