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Caroline Guibet Lafaye 
, Mathias Delori
¿Cómo pueden las democracias liberales aplicar políticas de tortura, sabiendo que tales prácticas están prohibidas tanto por el derecho interno como por el internacional? Respondemos a esta pregunta a partir de una investigación de dos casos: España desde la transición democrática y Estados Unidos a principios de la década de 2000. La literatura sobre el tema señala que las democracias liberales que recurren a la tortura desarrollan una estratagema: la hacen invisible. Nuestro estudio coincide con esta tesis, aunque destaca otro aspecto. En España, como en Estados Unidos, los partidarios de la tortura han utilizado la ley para crear zonas sin ley.
