A menudo indispensable para evitar la prisión preventiva, la fianza constituye un maná para varios actores, entre ellos los bail bondsmen, que se ofrecen como fiadores del pago en los juzgados. Las aseguradoras especializadas en este nicho de negocio también cosechan jugosos beneficios en un contexto en el que se multiplican las presiones para poner fin a un sistema desigual que penaliza a las minorías y a los más desfavorecidos.