Selim Derkaoui
Desde 2007, en Francia, los empleadores tienen la posibilidad de impugnar los certificados que establecen un vínculo entre el trabajo y la salud mental y física de los asalariados ante la Organización Médica Colegial. Esta puede a veces pedir a los médicos que modifiquen sus escritos o incluso sancionarlos. Una presión cada día más insoportable.