Élisa Perrigueur
Para muchos griegos, el choque frontal entre dos trenes el pasado 28 de febrero replica el que se produjo hace diez años entre la voluntad del pueblo y la de la Unión Europea. Los 57 muertos parecen ser más víctimas de la corrupción y de las privatizaciones que de un equivocado cambio de carril. Hay pocas esperanzas puestas en las investigaciones que están llevando a cabo Atenas y Bruselas.