Bilbao, España
España asume la Presidencia del Consejo de la Unión Europea (UE) en el segundo semestre de 2023 y, con ella, la Presidencia de la UE. Se trata de una responsabilidad de gran relevancia, que pondrá a prueba el liderazgo y la capacidad de España para conciliar posturas diferentes y coordinar acciones conjuntas que permitan abordar los enormes retos que encara actualmente la UE. Entre los desafíos más relevantes destaca la transición hacia la neutralidad climática en 2050. En este proceso, la autonomía energética constituye un elemento clave, cuyo desarrollo se ha visto acelerado por la invasión rusa de Ucrania. En este contexto energético y geopolítico incierto, este artículo tiene como objetivo analizar las principales prioridades de la Presidencia española en materia de clima y energía. Concretamente, identifica el impulso a las interconexiones energéticas y la promoción de energías renovables, como algunos de los ejes clave de la agenda verde de la Presidencia española. Como principal resultado, el artículo concluye que la coordinación de los esfuerzos necesarios para afrontar los retos climáticos y energéticos de la UE requerirán de dosis adicionales de flexibilidad por parte de la Presidencia española con el fin de acomodar las respuestas conjuntas a los cambios que surjan en un contexto tan complejo como el actual.
Spain will hold the Presidency of the Council of the European Union (EU) in the second half of 2023 and, thereof, the Presidency of the EU. This is a highly relevant responsibility, which will test Spain’s leadership and capacity to reconcile different positions and coordinate joint responses to address the enormous challenges currently facing the EU. Amongst the most relevant challenges, the transition towards climate neutrality stands out. Energy autonomy is a key component of this process whose pace has been accelerated by the Russian invasion of Ukraine. In this uncertain energy and geopolitical context, this article aims to analyse the main priorities of the Spanish Presidency as regards to climate and energy policy. Specifically, it identifies the impulse to energy interconnections and promotion of renewables energies as the key axis of the Spanish Presidency’s green agenda. As a main result, the article concludes that the coordination of the necessary efforts to address the EU climate and energy challenges will require additional doses of flexibility on the part of the Spanish Presidency in order to adapt common responses to emerging changes in a complex context such as the current one.