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María Luz Rivera Fernández
Dentro de los modelos de desarrollo, el arte y la cultura desempeñan un papel relevante en los procesos de inclusión social. Como actividad comunitaria, la experiencia musical muestra un gran potencial para fortalecer los vínculos personales, grupales y comunitarios. En este artículo profundizo en el papel de la interpretación colectiva de la música y el desarrollo de la comunidad, desde una perspectiva sociológica de la práctica de la interpretación en grupo. Para ello me centro en dos realidades diferentes que comparten este mismo fundamento: el Sistema de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles de Venezuela, fundado por José Antonio Abreu en 1975, y el fenómeno de las sociedades musicales de la Comunidad Valenciana (España). En ambos ejemplos, la práctica colectiva de la música genera el crecimiento personal y la integración social de quienes participan en estos proyectos. Fomentan la integración en el grupo y el trabajo en equipo como base de su acción pedagógica y social. En ambos casos, articulan sistemas pedagógicos en los que se desarrollan las habilidades de los participantes para poder practicar y disfrutar de la música en grupo dentro de la comunidad.
Within development models, art and culture play a relevant role in social inclusion processes. The musical experience shows great potential to strengthen personal, group and community bonds.
In this article I delve into the role of collective music performance and community development, from a sociological perspective of group performance practice. For this, I focus on two different realities that share the same foundation: the System of Children and Youth Orchestras and Choirs of Venezuela, founded by José Antonio Abreu in 1975, and the phenomenon of the musical societies of the Community of Valencia (Spain). In both examples, the collective practice of music generates the personal growth and social integration of those who participate in these projects. They promote integration in the group and teamwork as the basis for their pedagogical and social action. In both cases, they articulate pedagogical systems that develop the skills of the participants to be able to practice and enjoy music in a group within the community.
