En este trabajo se describe de forma retrospectiva el largo y complicado proceso recorrido por Andalucía para acceder a la autonomía política, reflexionando sobre su constitucionalidad. Se resalta su importancia en el diseño final del Estado Autonómico, ya que contribuyó a una distribución territorial del poder homogénea, abriendo la posibilidad de que todas las autonomías pudieran aspirar al autogobierno pleno, aparentemente circunscrito a las nacionalidades históricas. La decidida voluntad de autogobierno del pueblo andaluz obedeció a una concepción instrumental de a autonomía como una herramienta para favorecer el desarrollo socio-económico, que debería seguir siendo lamentada. Finalmente, se valora la conveniencia de procederá una reforma estatutaria, transcurridos veinte años desde la aprobación del Estatuto de Autonomía para Andalucía.