Una de las cuestiones más debatidas en el ámbito del análisis económico de la independencia de los bancos centrales es la que sostiene que dotando de mayor independencia al banco central podría conseguirse una reducción del sesgo inflacionista de una economía sin que por ello resultara afectada la evolución de las principales variables económicas reales. En este trabajo se somete a contraste dicha hipótesis, confirmándose la existencia de una relación negativa entre independencia e inflación sólo para determinados períodos, mientras que en términos de la tasa de desempleo la independencia no parece ejercer ningún efecto sobre la misma.