Mercedes Fonseca
Tras un agitado final de año para el cine español, 1989 comienza con una expectativa múltiple en el sector audiovisual. El relevo en la Dirección General del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA); la revisión del proyecto de Ley de Ayudas a la industria cinematográfica -no por muy criticado más conocido en profundidad- y la ausencia de empresas dispuestas a gestionar el Centro de Actividades Audiovisuales de Madrid, configuran ese paréntesis. Este Centro, conocido ya como la Ciudad del Cine, es un proyecto que parte de la Consejería de Política Territorial de la Comunidad Autónoma de Madrid (C.A.M.) y quizá la primera iniciativa integradora de la Administración en este campo.