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Juan Antonio Maldonado Molina 
El segundo bloque de reformas previstas en el Pacto de Toledo ha resultado difícil de consensuar con los agentes sociales, por orientarse más al cumplimiento del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España que a la letra del Pacto de Toledo, en especial en lo relativo a la ampliación de la base reguladora de la jubilación. En todo caso, las medidas propuestas no son rupturistas respecto a las acometidas hasta ahora en nuestro país, sino que son un paso más en la senda que desde los años ochenta del siglo pasado se viene caminando, que es el fortalecimiento del principio de contributividad. No obstante, sí introducen elementos innovadores, tanto en lo relativo a la base reguladora (la flexibilidad en su determinación, aunque recuerda a lo que había antes de 1985 y sigue existiendo en la base reguladora de la incapacidad permanente por accidente no laboral) como en los incrementos adicionales previstos para las bases y pensiones máximas, con una acertada diferencia en los tiempos de efectividad de ambos porcentajes adicionales, que hay que valorar positivamente por ser una solución imaginativa que permite eludir incrementos extraordinarios por pensiones máximas a buena parte de la generación del baby boom. E incorpora notables mejoras en orden a la solidaridad y la perspectiva de género, con importantes reformas de la integración de lagunas en caso de trabajo a tiempo parcial y para las mujeres.
The second block of reforms envisaged in the Toledo Pact has proved difficult to reach a consensus with the social partners, as they are more oriented towards compliance with the Spanish Recovery and Resilience Facility Plan than to the letter of the Toledo Pact, especially with regard to the expansion of the regulatory base of retirement pensions. In any case, the proposed measures are not disruptive with respect to the attacks hitherto in our country but are one more step on the path that has been followed since the eighties of the last century, which is the strengthening of the principle of contributivity. However, they do introduce innovative elements, both in relation to the regulatory base (flexibility in its determination, although it is reminiscent of what existed before 1985 and continues to exist in the regulatory base of permanent disability due to non-work accidents), and in the additional increases foreseen for the bases and maximum pensions, with a correct difference in the times of effectiveness of both additional percentages, which must be valued positively as it is an imaginative solution that allows avoiding extraordinary increases for maximum pensions for a large part of the generation of the baby boom. And it incorporates notable improvements in terms of solidarity and the gender perspective, with important reforms to the integration of loopholes in the case of part-time work and for women
