La puesta en marcha de las primeras ofertas de televisión digital terrestre (TDT) en Europa nos demuestra un interés insuficiente por los contenidos: apenas se han generado ofertas específicas para este nuevo sistema. Las programaciones generalistas y los canales temáticos presentes en la televisión por cable o vía satélite, sustentados en los principales macrogéneros ya conocidos, conforman la oferta existente.