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Murcia, España
La dictadura chilena ha sido abordada desde múltiples perspectivas e instancias, entre las que destaca la literaria. En este artículo se pretende hablar de una de las voces más señaladas de la llamada generación de la posdictadura o generación de los hijos de la dictadura, la de la escritora María José Ferrada. Con el objetivo de comprender mejor sus estrategias particulares de aproximación al citado hecho histórico, se analizan dos de sus libros, el poemario Niños, y el álbum ilustrado La tristeza de las cosas, dedicados a las personas que fueron asesinadas o hechas desaparecer bajo el régimen de Pinochet. Ferrada emplea el lenguaje poético y las fuentes documentales para crear un universo propio en el que la memoria se reconstruye desde la humanidad previa a la atrocidad. Lo cotidiano se transfigura en espacio político de posicionamiento, donde las víctimas recuperan su relato personal. La voz comprometida de esta autora chilena se dirige al público infantil, porque los niños y niñas también merecen saber lo que ocurrió. Y porque, además, estos textos funcionan como caja de resonancia de la barbarie actual.
The Chilean dictatorship has been approached from multiple perspectives and instances, among which the literary one stands out. This article aims to talk about one of the most outstanding voices of the so-called post-dictatorship generation or generation of the children of the dictatorship, that of the writer María José Ferrada. In order to better understand her particular strategies of approaching the aforementioned historical fact, two of her books are analyzed, the poetry book Niños and the picturebook La tristeza de las cosas, dedicated to the people who were murdered or made to disappear under the Pinochet regime. Ferrada uses poetic language and documentary sources to create a universe of her own in which memory is reconstructed from humanity prior to the atrocity. Everyday life is transfigured into a political space of positioning, where the victims recover their personal stories. The committed voice of this Chilean author addresses the children’s audience, because children also deserve to know what happened. And because, in addition, these texts function as a sounding board for current barbarism.
