Alicia Fernández Huarte, Mikel Colomo
La participación dentro de la comunidad educativa tal vez haya sido vista como la espada de Damocles durante muchos años. No obstante, los procesos de cambio y transformación que han surgido sobre todo en este siglo XXI han propiciado que las herméticas vallas de los centros educativos sean cada vez menos vallas, o cada vez menos altas. La escuela ya no es concebida como esa especie de guardería que trata de establecer muros invisibles entre alumnado, profesorado y familias, sino que trata de dar pasos en aras de construir un conocimiento compartido entre todos los agentes implicados.