El contacto por e-mail entre ciudadanos y representantes políticos es una opción sencilla y evidente de la nueva comunicación. Este artículo describe una experiencia sobre el nivel de respuestas de los parlamentarios españoles (1999 y 2001) a la petición de información, y analiza los comentarios de éstos sobre sus contactos por correo electrónico con ciudadanos y sus impresiones acerca de esta modalidad de cibercomunicación política. Los principales resultados de la investigación son interpretados en el marco de la democracia deliberativa y sus posibles aplicaciones futuras.