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Esteban Morelle Hungría
Las amenazas globales que afectan a la salud planetaria han sido analizadas por la comunidad científica poniendo de relevancia la configuración de los límites planetarios. Algunos de estos no han sido tenidos en cuenta en la elaboración de mecanismos de protección, en especial, aquellos que afectan al medio marino. Las prioridades en las últimas décadas se han centrado sobre el cambio climático pero otro límite puede tener efectos similares a éste, la acidificación de océanos y mares. Las actividades humanas han incrementado la emisión de gases de efecto invernadero, en especial, el dióxido de carbono, éste interacciona directamente sobre la composición química del manto azul del planeta ocasionando un cambio que puede tener consecuencias de alcance global. Los ecosistemas acuáticos que mayor daño ecológico pueden sufrir son de un valor incalculable por la importancia que tienen para la salud del planeta, al ser hábitats prioritarios por los recursos que en ellos se pueden encontrar. La Posidonia oceanica es una de las especies que se configuran como un aliado para garantizar la seguridad planetaria, al ser un sumidero natural de dióxido de carbono, conocida como el “pulmón azul” del Mediterráneo; las consecuencias de un incremento de la acidez de mares y océanos pueden afectar tanto directa como indirectamente a esta especie que, a su vez, contiene otras especies. Las interrelaciones existentes entre los ecosistemas acuáticos y terrestres pueden permitir que los daños ecológicos generados por la acidificación marina y oceánica se evidencien a gran escala, al ser un problema global. Serán necesarias medidas e instrumentos que, desde una perspectiva ecocéntrica, permitan una protección basada en la eficacia y eficiencia, para ello, serán prioritarios instrumentos de mitigación y adaptación frente a este límite para garantizar la supervivencia del planeta.
The global threats that affect planetary health have been analyzed by the scientific community, highlighting the configuration of planetary boundaries. Some of these have not been considered in the development of protection mechanisms, especially those that affect the marine environment. Priorities in recent decades have focused on climate change, but another limit can have effects similar to this one, the acidification of oceans and seas. Human activities have increased the emission of greenhouse gasses, especially carbon dioxide, which interacts directly with the chemical composition of the planet's blue mantle, causing a change that can have global consequences. The aquatic ecosystems that can suffer the greatest ecological damage are of incalculable value due to their importance for the health of the planet, as they are priority habitats due to the resources that can be found in them. Posidonia oceanic is one of the species that is configured as an ally to guarantee planetary security, as it is a natural carbon dioxide sink, known as the "blue lung" of the Mediterranean; The consequences of an increase in the acidity of the seas and oceans can affect both directly and indirectly this species, which, in turn, contains other species. The existing interrelationships between aquatic and terrestrial ecosystems can allow the ecological damage generated by marine and oceanic acidification to become evident on a large scale, as it is a global problem. Measures and instruments will be necessary that, from an ecocentric perspective, allow a protection based on effectiveness and efficiency, for this, mitigation and adaptation instruments will be a priority against this limit to guarantee the survival of the planet.
