Gabriel Martínez Valera
El desarrollo de países revisionistas, fundamentalmente China y Rusia, y la facilidad de acceso de éstos a nuevas tecnologías dibujan un enfrentamiento en el continuo de la competencia en donde los países occidentales, fundamentalmente Estados Unidos, no tendrán ventaja competitiva. Estas nuevas tecnologías han ampliado los antiguos dominios, tierra, mar y aire, con otros nuevos físicos, como el espacio, y no físicos como el ciberespacio, a los que hay que añadir funciones transversales como la información y el espectro electromagnético. Esto ha supuesto un nuevo espacio de batalla, extendido por el alcance global y comprimido por el alcance de las sistemas de armas y dominios no físicos. Además, aparece un nuevo entorno operativo, mas transparente y letal que nunca, con implicaciones de todos los niveles del estratégico al táctico.
Para luchar en este nuevo espacio operativo, los países occidentales, fundamentalmente Estados Unidos, han desarrollado conceptos, principalmente de las funciones de nivel operacional, para derrotar los sistemas de negación de acceso y negación de área del adversario. Los conceptos en ciernes de nivel por debajo de División, ahora la unidad fundamental multidominio, nos señalan unos agrupamientos tácticos que serán más pequeños que los actuales, pero muy tecnificados, con gran poder de reconocimiento y localización y de destrucción, capaces de sobrevivir en entornos contestados y saturados, por tiempo limitado.
China, aunque plantea algunas objeciones al concepto estadounidense de operaciones multidominio, está estudiando e incorporando mejoraras en la sinergia entre dominios en el Ejército Popular de Liberación, como un elemento importante para el desarrollo de sus capacidades militares.