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Ignacio Contín Pilart, Emilio Huerta Arribas
La modernización del sistema español de distribución de productos petrolíferos, que ha dado lugar a una de las redes más eficientes de la UE, se ha basado en la potenciación del transporte por oleoductos. La Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) es la empresa propietaria de la red de oleoductos, y mantiene una posición de cuasi-monopolio en el almacenamiento ex-refinería. A su vez, los grandes operadores petrolíferos, las refinerías, mantienen la propiedad y controlan la gestión de CLH. En este artículo, discutimos las razones que han justificado la creación de una única red de oleoductos para todo el territorio español, y las consecuencias que para la competencia ha tenido el control por parte de las refinerías de la misma. Aunque a lo largo de estos años se ha ido avanzando en la mejora de la regulación de las actividades de CLH, la falta de transparencia y la incertidumbre reguladora siguen estando presentes. Finalmente, proponemos una serie de medidas que, en nuestra opinión, contribuirían a resolver estos problemas y, en general, a completar y mejorar el alcance de la regulación.
