La morosidad del monarca provocó la quiebra de la banca de Pere des Caus y Andreu d' Olivella (1381), que había sido la principal entidad financiera de la corona. Las disputas entre el rey y los banqueros por el monto de la deuda, y entre el rey y los acreedores de la banca por la forma de liquidar ésta ocasionaron una disputa en torno a los libros contables que permite conocer mejor las operaciones financieras y su reflefo en los libros contables.