Juan Jesús Virto Ibáñez
La emigración de navarros a las Repúblicas de América del Sur, después de la primera guerra carlista (1833-1840), va creciendo en años posteriores. Las autoridades civiles y religiosas de Navarra pretenden cortar estas salidas masivas avisando a los emigrantes sobre los peligros que allí les esperan, especialmente a las muchachas. Así ocurre, sin éxito, en 1852, 1868 y 1881.