Para la derecha navarra, en las elecciones municipales de abril de 1931, la Religión está amenazada por las candidaturas revolucionarias de la izquierda. Por esa razón los católicos no debían volarles. Proclamada la II República en España, los incendios de edificios religiosos en mayo alejan a los católicos de las nuevas autoridades, y de la derecha. En Navarra, el predominio del carlismo agrava todavía más el conflicto religioso.