Eduardo Mateo Gambarte
El Movimiento español de 1959 fue el último latido del exilio español en México políticamente activo, o, más exactamente, el último de los más jóvenes exiliados por incorporarse a la lucha antifranquista. Ésa es su auténtica dimensión, Como hecho histórico, es posible que no pase a los manuales de la historia, pero nos demuestra la filiación española de los hijos de los exiliados. Los jóvenes del exilio español en México se pondrán en contacto con la oposición interior para coordinar su ayuda en la lucha. La reunión tuvo lugar en París. El resultado fue la aceptación del protagonismo de los del interior por parte de los exiliados.