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Santiago García Echevarría 
Cuando se estudian y se configuran los procesos de toda acción empresarial se sitúa, con frecuencia, tanto su contenido como su análisis y propuestas en torno a lo que podemos definir como la gestión de la empresa. Esto es, los procesos internos en torno a la asignación local de los recursos disponibles en el “entorno” a la acción de la empresa. Se omiten términos fundamentales que implican el que toda actividad empresarial está siempre ubicada en el contexto de un "orden de sociedad", que asume, según los casos, diferentes sistemas de valores que van a determinar la dimensión societaria así como el papel que se le ha reservado a la empresa en la asignación y disposición de recursos en esa sociedad. Y precisamente en esta dimensión societaria de la acción empresarial se deben configurar, como claves para su desarrollo, el “orden económico-social“ que establece los espacios disponibles para la definición de las políticas que articulan las libertades o restricciones de la acción humana, así como también la configuración de las propias instituciones y la acción de las personas en la empresa. El éxito o fracaso de toda acción empresarial está en función del “orden económico-social” que se asume para esa sociedad con su sistema de valores y sobre el que se deben configurar tanto las diferentes políticas singulares que afectan a la gobernanza de un país y que determinan las posibilidades de la acción empresarial, como también de las personas implicadas en los procesos de coordinación, institucionales y personales, que exige toda acción económica y social. La política empresarial, el “orden empresarial” constituye la clave en el desarrollo de las personas, así como en la estabilidad de la institución que genera la estabilidad societaria y su capacidad a largo plazo junto con la estabilidad en su evolución.
When the processes of any business action are studied and configured, its content, analysis and proposals are located in terms of what one might define as business management, in other words, in terms of the local assignation of the resources available within the environment of the business’ action, in doing so, fundamental terms that imply that all business activity is always located within the within the context of a social order are overlooked. These overlooked fundamental terms imply, according to each case’s different values system, how they will determine the societal dimension and the role that the business has reserved for itself when assigning and availing itself of said society’s resources. Yet this is precisely in this societal dimension of the business action that the economic-social order must configure the keys to its own and societal development, establishing the spaces available for defining the policies that give form to the liberties and restrictions of human action as well as configuring the institutions themselves and the actions of individuals within the business. the success and failure of each business action is a function of the economic-social order in a specific society with its own values system and the singular policies affecting the country’s governance which determine the possibilities of a business action, and affect the actions of the individuals involved in both the personal and institutional coordination processes demanded by any economic action business policy and business order are the keys to both individual development and institutional stability, which in turn generates social stability and its long-term capacity and its evolutionary stability.
