México ha apostado por el despliegue de todas las capacidades diplomáticas para encontrar soluciones y oportunidades en contra de la crisis sanitaria y a favor de la inversión y recuperación económica del país. También está comprometido con el espacio iberoamericano y con su principal potencial, la cooperación, como una herramienta fundamental para hacer frente a los desafíos que la pandemia ha dejado en la región.