Enrique Bustamante
La regionalización y la descentralización de la radio y la televisión sólo tendrá sentido cuando se consiga renovar con rigor la concepción, y su ejercicio práctico, de la vieja noción de servicio público entendida como participación directa de los múltiples sectores minoritarios que componen la mayoría del público. Algo que todavía está lejos de la experiencia concreta europea y, por supuesto, de la española. Los dos últimos años de gobierno socialista arrojan una cosecha de actitudes contradictorias que van desde el neoliberalismo en materia de privatización de medios, al estatismo a ultranza de los monopolios de radio y televisión.