Agnès Vayreda i Duran
Este texto se propone encontrar una respuesta a la pregunta sobre la atracción que ejerce Internet indagando en las promesas que este dispositivo nos depara. Una de las promesas que goza de mayor popularidad es la posibilidad de crear comunidades virtuales. Esta se ha ido construyendo a lo largo de más de tres décadas de diseños técnicos, experiencias y proyectos comunitarios como las primeras y restringidas comunidades de informáticos Arpanet y Usenet, las populares BBs y, más recientemente, la diversidad de proyectos comunitarios más o menos exitosos que pueblan Internet. En primer lugar, he realizado un pequeño recorrido histórico por algunos de los discursos de los primeros diseñadores/as y usuario/as con el fin de mostrar el contexto de gestación de esta promesa. En segundo lugar, he intentado conectar sus expectativas con el texto emblemático de Rheingold sobre CV que recoge experiencias más populares de CV de los años 80 y en EEUU. Mi objetivo es identificar, a modo de ejemplo (no se trata de un estudio exhaustivo), algunos de los contenidos de esta promesa que, a mi modo de ver, atraviesan con más o menos ímpetu, los proyectos actuales de comunidades virtuales.