"La única elección sana es la de continuar la batalla por la congelación del armamento nuclear hasta que ésta sea ganada". Con estas palabras finaliza un trabajo realizado por un grupo tan "poco sospechoso" como el de los senadores demócratas por el desarme. Este colectivo, encabezado entre otros por el senador Kennedy, es uno más de los representantes de la lucha contra la guerra nuclear. En todos los países, desde todas las tendencias, se alzan continuas voces advirtiendo el peligro de la desenfrenada carrera armamentista. Todos saben que esta guerra sería la última y, lo que es peor, que la confrontación es ya posible.