Estrella Jiménez, Pablo de la Iglesia Aparicio, Blanca Revenga Martínez de Pazos, Verónica Samper
Estados Unidos ya no es la única gran potencia en el sistema internacional. China ha ido asumiendo un papel mucho más activo en la esfera política y geoestratégica global, transformando la política internacional, así como el equilibrio de la economía mundial. La aspiración del gigante asiático a convertirse en una potencia económica, militar y geopolítica ha generado tensiones ocasionales con los países occidentales desde principios del 2000. Estas tensiones se hicieron especialmente visibles con la fuerte escalada de restricciones comerciales con Estados Unidos a partir de 2018, dando lugar a un proceso de desacoplamiento entre ambas potencias. El estallido de la pandemia en 2020 y la reciente guerra en Ucrania han acelerado esta tendencia de desacoplamiento, dando lugar a un entorno internacional más complejo y disputado donde tanto Estados Unidos como China tienen ambiciones hegemónicas y compiten entre sí por el poder mundial en tres esferas económicas principalmente: comercial, tecnológica y financiera.