Ana Belén Muñoz Ruíz
La prueba de videovigilancia para justificar el despido de una persona trabajadora por conductas irregulares precisa para su validez del cumplimiento de los derechos fundamentales, entre ellos, el derecho fundamental de protección de datos de carácter personal. El artículo analiza la reciente Sentencia del Tribunal Supremo de 30 de marzo de 2022 que unifica doctrina sobre esta materia, pero, a su vez, plantea algunos interrogantes. El primero de los interrogantes se refiere al alcance y contenido del deber de transparencia de la empresa sobre la medida de vigilancia cuando dicha información se ha proporcionado exclusivamente a la representación de los trabajadores y no de forma individualizada al trabajador despedido. La segunda cuestión controvertida sobre la que se profundiza es si la videovigilancia continuada supera el principio de proporcionalidad.
The evidence of the disciplinary dismissal based on video surveillance requires compliance with fundamental rights, including the fundamental right to personal data protection. The article analyzes the recent judgment of the Supreme Court of March 30, 2022 that unifies doctrine on this matter, but, in turn, raises some questions.
The first issue refers to the scope of the transparency duty of the employer on the monitoring work to analyze whether the information provided to the employees’ representatives is sufficient or whether employees must be informed in advance. The second controversial issue concerns compliance with the principle of proportionality in the case of continuous video surveillance.