La categoría de migrante está directamente vinculada a la génesis del Estado como unidad política predominante en el mundo. Este hecho es debido a que, tal como señaló Abdelmalek Sayad (2008, 2010a), sin Estado no habría migrantes, pues estos existen como categoría política, en tanto que esta se refiere a los nacionales de un Estado que penetran las fronteras de otros para establecerse (temporal o permanentemente) en él. Esta vinculación funcional e histórica ha tenido un impacto decisivo a nivel epistemológico en la disciplina de los estudios migratorios, donde los paradigmas hegemónicos han utilizado categorías de análisis que no solo han reproducido el marco estatal, sino que han replicado principios como el de la colonialidad, orientados a legitimar su control sobre esta población. El objetivo de este artículo es proponer un marco analítico de las migraciones que siguiendo los postulados de Sayad (2010a) y Fanon (2009), rompa con la hegemonía estatal en la definición de la movilidad humana para señalar la posibilidad de construir análisis, que en contraposición a los predominantes enfoques Estado-céntricos, partan de una epistemología migrante-céntrica.