Se considera el modelo autonómico español comparándolo con el modelo brasileño de federación. Se presentan las características de dos sistemas mediante la evaluación de la capacidad real de center-constraining de sus instituciones, considerando tanto la dimensión de la estructura institucional como la dimensión del proceso político. Se pretende evaluar la adecuación de sus instituciones y procesos políticos a los requisitos comúnmente pensados necesarios para configurar una federación. En el caso español, las relaciones inter-gubernamentales están menos definidas por una estructura institucional dada que por un proceso político de carácter altamente centrífugo, fundamentado en características sociales con división de identidades etno-culturales múltiples. En el caso brasileño, la distribución territorial del poder está mejor equilibrada, en parte por tener como substrato una identidad nacional consolidada.