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La costa del mar Frisio (Wadden) es un paisaje único. La mareas, los flujos de sedimentos, las estaciones y los gradientes de agua dulce y salada crean un paisaje muy dinámico, al exterior de los diques, de gran atractivo para aves, peces, marisco y otra flora y fauna. Al interior de los diques, un control óptimo de los fértiles suelos arcillosos marinos asegura una rentable actividad agrícola. Toneladas de patatas cultivadas en estas áreas se envían a todo el mundo. Sin embargo, esta situación no se puede prolongar indefinidamente.
Debido al cambio climático y a la subida del nivel del mar, este paisaje de gran riqueza natural y cultural se encuentra muy presionado. La salinización, los periodos de sequía y de precipitación extrema dificultan cada vez más la producción de monocultivos agrícolas. Al mismo tiempo, el paisaje intermareal único, de gran importancia para la migración de millones de aves y peces, se encuentra en peligro de verse sumergido por el rápido aumento del nivel del mar.
Para ser capaces de mantener los cultivos en este rico paisaje en el futuro es necesario un cambio mental: desde una aproximación controladora, que intente prohibir todas las incertidumbres y extremos, a una más flexible. Una aproximación que se adapte a las dinámicas y a la diversidad del paisaje. Esta aproximación conforma la base para una nueva visión: la costa comestible de Wadden.
