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Habitar, no vivir; es lo que cada vez, con mayor insistencia, reclama la sociedad occidental del siglo XXI. La pandemia COVID-19 ha sido la prueba empírica de la afectación de la actividad humana en el medio ambiente y la necesidad de una respuesta. El Tiny House Movement y la sostenibilidad es la expresión bifronte de la nueva concepción del desarrollo sostenible. El presente trabajo se centra, por un lado, en analizar el origen y desarrollo de ambas expresiones en sus tradiciones jurídicas, para seguidamente, reflexionar sobre el nuevo paradigma de desarrollo urbano sostenible (compacidad, densidad, complejidad, urbanismo tecnológico, regeneración y rehabilitación) señalando, al final, la necesidad de recoger la intuición del Tiny House Movement y considerar la sostenibilidad no como limitación al Derecho de Propiedad sino como su contenido natural y, por ello, la urgencia de su regulación por el legislador nacional. Todo lo anterior, para concluir, a la luz de la legislación urbanística, que la implementación del citado movimiento no sólo es posible, sino deseable, como un medio óptimo, y ágil, para lograr un desarrollo urbanístico sostenible.
