José Daniel Saade Figueroa
Esta reflexión versa sobre la financiarización, concepto con el que se describe en forma crítica el acenso y expansión del capital financiero en la economía y sus implicaciones sociales y políticas. Visto de la perspectiva de la financiarización, el sistema pensional colombiano de la Ley 100 de 1993 (Congreso de la República de Colombia, 1993) ilustra la expansión del capital financiero en economías emergentes o periféricas, realzando el estatus de inferioridad, subordinación de estos países con respecto a las economías más desarrolladas. En estos países la adopción de fondos privados de pensiones va de la mano con la liberalización financiera y la búsqueda de ampliar sus mercados de capitales. Además, los sistemas pensionales nunca han estado alejados de las estructuras económicas, en estas se gestan y desarrollan. En Colombia, al ser un país cuya industria no despertó totalmente, no pudieron darse las condiciones necesarias para los modelos pensionales más garantistas. Si bien, el actual modelo colombiano no es puramente controlado por fondos privados, el vínculo de estos con los actores financieros pesa tanto que existe hoy aún una tensión sin resolver en torno a la completa privatización del sistema. Aunado a esto, la fórmula institucional por la cual se hace evidente que este es un sistema financiarizado es el llamado esquema de multifondos pensionales. Así las cosas, bajo la lupa de la financiarización que ha regido el actual sistema pensional y sus cambios más recientes, pueden también leerse los anuncios y propuestas de reforma planteados por el gobierno, gremios y tanques de pensamiento a fines al neoliberalismo
This paper deals with financialization, a concept that critically describes the rise and expansion of financial capital in the economy and its social and political implications. Seen from the perspective of financialization, the Colombian pension system of Law 100 of 1993 (Congress of the Republic of Colombia, 1993) illustrates the expansion of financial capital in emerging or peripheral economies, highlighting the inferior and subordinate status of these countries with respect to the more developed economies. In these countries, the adoption of private pension funds goes hand in hand with financial liberalization and the search to expand their capital markets. Moreover, pension systems have never been far removed from economic structures; they have been created and developed within them. In Colombia, as a country whose industry did not fully awaken, the necessary conditions for the most guaranteeing pension models could not be met. Although the current Colombian model is not purely controlled by private funds, the link between these funds and the financial players is so strong that there is still unresolved tension around the complete privatization of the system. In addition, the institutional formula through which it is evident that this is a financialized system is the so-called multi-fund pension scheme. Thus, under the magnifying glass of the financialization that has governed the current pension system and its most recent changes, we can also read the announcements and reform proposals put forward by the government, unions and think tanks at the end of neoliberalism