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Maximiliano Emanuel Korstanje, Geoffrey R. Skoll
Este trabajo profundiza en un análisis exhaustivo de las prácticas sutiles a las cuales recurre el estatus quo, u orden dominante para culpar a los subordinados por situaciones que ellos mismos generan. Cuando un grupo invasor toma posesión de otro país, el hecho puede ser simbolizado como una asistencia para la democratización de un país, o como un hecho que de por sí es terrorista. En forma similar, los dueños del sistema productivo y del capital resultante, acusan a los trabajadores cuando las relaciones de producción se encuentran en conflicto. Lo que intentaremos, en este ensayo, es no solo discutir las similitudes entre el terrorismo y el turismo, sino las formas o tácticas que los mal llamados grupos terroristas aprenden de Occidente, lecciones que están en los manuales de Management y que se enseñan en las mejores universidades, a las cuales algunos miembros de estas células han sido alumnos.
Examined here is an often used tactic by ruling powers to blame subordinates and victims when there is so-called collateral damage. Military powers often call those who resist invasion, ‘terrorists’. Similarly, owners of capital and their functionaries typically blame workers and their unions when consumers are inconvenienced. In this regard, tourists and the tourism industry provide a fruitful heuristic. What this paper explores is more than the commonalities between terrorism and tourism, this focuses on the fact terrorist has learned its tactics from West. Worker union organization coupled to management theories provided to many terrorists, educated in the best western universities, of a modus operandis
