El enfoque de la prevención necesita un cambio. Se deben dejar atrás antiguos esquemas, se requiere afrontar la salud desde un punto de vista global y, hacer un mayor hincapié en el riesgo a enfermar que a la enfermedad misma. Para ello, se necesitan empresas con un enfoque más humanista, que apuesten por una medicina de enlace y difuminen las barreras que existen entre las distintas disciplinas, colocando el bienestar del trabajador en un plano integral y en continua evolución.