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Natalia Orviz Martínez
La evaluación de riesgos es una herramienta fundamental para gestionar de manera eficiente la seguridad y la salud en una empresa. El artículo 16 de la LPRL establece la obligación legal por parte del empresario de realizar una evaluación de riesgos, para a partir de la información obtenida en la misma, poder proponer y planificar medidas que minimicen o eliminen los riesgos previamente evaluados. El artículo 4 del RSP manifiesta que la evaluación de riesgos deberá extenderse a cada uno de los puestos de trabajo de la empresa, por lo que habrá que organizar la evaluación en base a los diferentes puestos que existan dentro de la organización. En este supuesto práctico se va a realizar la evaluación de riesgos de un operario de carretilla elevadora, centrándose en la disciplina de Seguridad en el Trabajo, y dentro de la Higiene Industrial, en el riesgo de exposición a vibraciones. Sin embargo, es importante recalcar que se trata de una parte de la evaluación de este puesto de trabajo, ya que habría que completarla, identificando todos los riesgos (resto de riesgos higiénicos, ergonómicos y psicosociales), y además, aplicando en cada caso, las metodologías específicas de evaluación.
