Tiene el tamaño perfecto para colarse en los pulmones y permanecer ahí durante años desencadenando el peor de los finales. El amianto hace tiempo que se prohibió, sin embargo, sus efectos tóxicos siguen estando presentes y provocando severas patologías, como el cáncer de pulmón. Según estimaciones de AVAAC (Asociación de Víctimas Afectadas por el Amianto en Cataluña), en España han muerto 40.000 personas por esta causa, y prevén que hasta el 2040 se extenderá una epidemia de muertes y enfermedades. No se puede ignorar las consecuencias colaterales que va dejando a su paso, por esta razón, es de vital importancia la erradicación del amianto en nuestro país, y, mientras llegue el momento los trabajadores, los protocolos de seguridad se deben cumplir rigurosamente.