Philippe Baqué
El tráfico de bienes culturales, fenómeno en plena expansión, es esencialmente debido a la especulación encarnizada que reina en los países que albergan los grandes mercados artísticos del planeta. Las naciones del Sur son particularmente golpeadas por la pérdida frecuentemente irreparable de su patrimonio cultural. A este respecto, los convenios internacionales revelan una pobre eficacia.