La memoria democrática es parte esencial de nuestra memoria, centra su atención en la época de la guerra y civil y el franquis- mo y ha generado una fuerte polémica, tanto por la oposición de sectores conservadores como por la prevención de algunos histo- riadores ante el peligro de manipulación histórica. Sin embargo, constituye una tarea ineludible cuando todavía pervive la memoria antidemocrática y pseudonacional construida por el franquismo.
En las políticas de memoria los lugares deben desempeñar un papel clave, de dinamización, de cohesión social, de difusión.
[66] Revista Valenciana d’Estudis Autonòmics218 2021 | nº 66 Para ello, tanto la memoria democrática como los lugares en los que cristaliza deben abrirse a los colectivos específicos y evitar encorsetar cronológicamente el recuerdo colectivo.