Martine Bulard
En el momento en el que Pekín ha anunciado una revisión al alza de su crecimiento, a punto de situarse como la cuarta potencia mundial, los dirigentes japoneses multiplican las declaraciones alarmistas acerca del aumento continuo del gasto militar chino. Pocas veces ha sido tan mala la relación entre los dos países, a pesar de los intercambios económicos. En China, los datos revisados muestran una recuperación del consumo -no igualitario- y un incremento en el peso del sector de los servicios.